Cuando la ilusión se ve truncada: Duelo perinatal

Como cada año, el 15 de Octubre se celebra el día mundial de la muerte gestacional y neonatal. Quizá, no sabes a qué se refiere eso de “muerte gestacional o perinatal”, o por desgracia, conoces muy bien en qué consiste ya que alguien muy cercano (incluso tú mismo/a) ha pasado o está pasando por este proceso tan doloroso. ¿Quieres conocer algunos datos importantes sobre la muerte gestacional y neonatal? ¿Quieres aprender algunas pautas para ayudar a  personas que están pasando por este tipo de duelo? ¿Quieres saber qué puedes hacer si eres tú mismo/a quién está viviendo este sufrimiento?

Según la organización Mundial de la Salud (OMS) la muerte perinatal designa el número de muertes producidas entre la semana 28 de gestación hasta los primeros 7 días de vida. Las principales grandes causas de muerte perinatal en España, son las denominadas afecciones perinatales (alteraciones de la placenta y/o cordón, alteraciones de las membranas, hipoxia intrauterina, asfixia al nacer, dificultad respiratoria del feto o del recién nacido), y las anomalías congénitas (anomalías congénitas múltiples y anomalías congénitas localizadas).

En España, alrededor de 1.500 bebés mueren cada año durante el embarazo pasadas las 22 semanas de gestación. Este dato sugiere que a pesar de que aún hay muy poca conciencia social y poco reconocimiento sobre estas muertes, existen numerosos casos de bebés que fallecen durante la gestación o incluso en el parto,  y por lo tanto existe el duelo perinatal.

Cuando los padres reciben la triste noticia de la pérdida de su bebé comienzan a realizar un proceso de duelo: es una respuesta afectiva normal de una persona a una pérdida importante, integrada por síntomas somáticos, psicológicos y de comportamiento, como la tristeza, irritabilidad, culpa, ira, depresión, trastornos del sueño y del apetito entre otros. Esta pérdida, al igual que otras pérdidas, tiene sus fases:

  1. Fase de shock o negación: al recibir la noticia los padres entran en una fase de shock y negación. La primera reacción es pensar “esto no me puede estar pasando a mí”, se niegan a aceptarlo. Esta incredulidad y entumecimiento es una máscara, una protección, ya que la mente pone en marcha un mecanismo para digerir la cruda realidad.
  2. Fase de ira y culpabilidad: en esta etapa la ira puede desencadenarse contra sí mismo/a (preguntándose si han causado la pérdida debido a su comportamiento durante el embarazo), hacía los médicos, hacia el personal sanitario, o incluso hacia Dios por permitir que esto sucediera. Este cuestionamiento acerca de su comportamiento durante el embarazo le hace sentirse culpable. También es posible sentir envidia hacia otras parejas que están esperando un bebé o han sido padres recientemente.
  3. Fase de negociación: es la fase más corta. Los padres sienten confusión mientras que su mente se alimenta de preguntas del tipo “¿qué hubiera sucedido si…?”. Es un periodo doloroso porque imaginan como sería su vida con su bebé si nada de eso hubiera pasado.
  4. Fase de depresión: los padres aceptan la pérdida y sienten un profundo dolor. Aparecen sentimientos de tristeza, desgana, pérdida de apetito y sueño. Es normal que se aíslen y se alejen de los demás, para pensar y llorar libremente.
  5. Fase de aceptación: esta etapa cierra el proceso. Se acepta la pérdida permitiéndose la oportunidad de vivir a pesar de la ausencia. NO significa olvidar lo sucedido, los padres recordarán siempre a su bebé, pero ya no desde ese dolor tan profundo.

Todo este proceso lleva un tiempo de maduración, y ese tiempo depende de cada persona y de los factores que han acompañado la pérdida. Así que no presiones, (ni te presiones), cada proceso de duelo lleva su ritmo, lo importante es elaborarlo, y no quedarse estancado/a en alguna de las fases. Los duelos no podemos taparlos, debemos transitarlos y darles reconocimiento para que no se enquisten.

Si tienes algún conocido o familiar en esta situación, te estarás preguntando qué es lo que puedes hacer para apoyar, así como para mostrar tu ayuda y tu cariño. Algunas RECOMENDACIONES son las siguientes:

  • Reconoce y acepta sus sentimientos: permítele que exprese lo que siente, sin juzgar, sin interrumpir, sin intentar detener esas emociones, sin restar importancia a su pena.
  • Escucha todo lo que tiene para decirte, necesita hablar de cómo se siente, sin interrumpir ni decir frases que minimicen su dolor.
  • Evita frases desafortunadas: “aún sois jóvenes, seguro que vendrán más bebés”, “si no tenía que funcionar mejor ahora que más adelante” “Lo mejor que puedes hacer es olvidarlo”. Este tipo de frases lo único que hacen es aumentar su dolor, haciéndole sentirse incomprendido y de alguna manera, sentirse solo/a. No reconocen su dolor, ni a su bebé.
  • No hagas como si no hubiera pasado nada: pregunta, dile “lo siento”, abrázale (si así lo deseáis los dos), muestra tu cariño y tu apoyo, reconoce su dolor, reconoce al bebé que acaba de perder.
  • Sé comprensivo/a: ponte en su lugar y piensa cómo te sentirías tú en esa situación, te ayudará a comprender mejor su dolor y sus emociones.
  • Muéstrate cercano/a y brinda un apoyo sincero y respetuoso.
  • Si no sabes qué decir…. Mejor no digas nada, puedes acompañarle en silencio.

Puede ser que estés leyendo esto porque has pasado (o estás pasando) por un duelo perinatal. En estos casos, para poder sobrellevar de una manera más adaptativa esta situación tan dolorosa, se RECOMIENDA:

  • Buscar apoyo en la gente que te quiere. Están ahí para ayudarte, cuidarte y mimarte.
  • Respeta tus tiempos, no todos sanamos las heridas de la misma manera, algunas personas necesitan más tiempo y otras menos. Cada una lleva su propio ritmo en el proceso de duelo.
  • Si te ves abrumado/a busca ayuda profesional: existen profesionales especializados en pérdidas, grupos de apoyo y asociaciones de padres y madres que han pasado por esta misma situación. Pueden brindarte la ayuda que necesitas.
  • No juzgues la reacción de tu pareja, él también ha perdido a su bebé, pero a menudo, por el impulso de protegerte y darte el apoyo emocional y físico que necesitas, siente su pena en secreto y en solitario. Hay que reconocer su dolor y su sufrimiento.

Recuerda que en tu duelo perinatal tienes DERECHO a:

  • Tienes derecho a conocer las causas médicas de ésta pérdida, y obtener respuesta a todas tus inquietudes.
  • Tienes derecho a nombrar a tu bebé frente a otros amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. Elaborar el duelo no significa olvidar al bebé que ha fallecido.
  • Tienes derecho a llorar plenamente por esta pérdida sin apresurarte ni establecer plazos, aunque procuras hacer todo lo necesario para cada día sentirte un poco mejor.
  • Tienes derecho a cuidar tu salud física y emocional buscando ayuda profesional cuando sientas que solo/a no puedes afrontar el dolor de ésta pérdida.
  • Tienes derecho a decidir cuándo y qué hacer con la ropa y las pertenencias del bebé.
  • Tienes derecho a sonreír, sin que esto implique que estás deshonrando la memoria de tu bebé.
  • Tienes derecho a recordar a tu bebé en aniversarios especiales haciendo ceremonias significativas que te permitan honrar su memoria.

El duelo perinatal sigue siendo un tema tabú, es un duelo no reconocido por la sociedad. Es muy frecuente pensar que este tipo de muertes no ocurren con mucha frecuencia, pero desgraciadamente eso no es así: hay bebés que mueren en el embarazo o incluso en el parto, y hay padres que tienen que elaborar un duelo perinatal. Quizá uno no es consciente de este tipo de duelo hasta que lo vive en sus propias carnes, o alguien muy cercano tiene que afrontar esta situación tan dolorosa.

Con el esfuerzo y constancia de asociaciones formadas por padres y madres que han pasado o están pasando por un duelo perinatal, se están logrando muchos avances, pero aún falta mucho camino por recorrer, tanto en el ámbito de la salud (hacer protocolos de actuación por parte de los profesionales ante estas situaciones ) como sensibilizar a la sociedad en general. Es importante darles voz a las personas que han vivido (o están viviendo) estas situaciones, reconocer su dolor, reconocer que este tipo de duelo existe, y no mirar hacia otro lado.

“Aquello a lo que te resistes, persiste. Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma” Carl G. Jung

 

Susana Arenaz

Dónde estamos

C/ Ramón y Cajal nº15, 4ºA
CP. 44001 Teruel

Nº COL. A-02783

CONTACTO

  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

dato360 HTML5 Y CSS3 - COPYRIGHT © 2018