¿Qué es un psicólogo?

A día de hoy, el rol del psicólogo está ocupando un lugar más reconocido en nuestra sociedad, pero aún así, no es raro encontrar personas que ante la pregunta “¿qué es un psicólogo?” no tengan una respuesta clara, sino que más bien, presenten una idea equivocada: creen que un psicólogo es un profesional al que acuden las personas que tienen problemas y se sienten desbordadas, se los cuentan con el objetivo de desahogarse y éstos, los psicólogos, les “comen la oreja” para que dejen de darle importancia (como si de un truco de magia se tratara) y así poder seguir con su vida, hasta que el vaso se vuelva a desbordar. En cambio, otras personas, aunque no tienen una definición exacta de lo que es un psicólogo, sí que tienen una idea mucho más aproximada del rol que desempeña este profesional de la salud mental.

Un psicólogo es un profesional del comportamiento humano que trabaja con emociones, sentimientos y conductas; ayuda a las personas a que aprendan comportamientos más adaptativos que sustituyan a aquellos comportamientos que les generan malestar, ayuda a las personas a que aprendan a reconocer sus emociones y controlarlas, así como enseñarles a identificar pensamientos negativos y cambiarlos por otro pensamientos más adaptativos. Enseña una serie de estrategias, técnicas y habilidades que permiten a la persona que acude a terapia ponerlas en práctica y así solucionar su malestar de una forma exitosa.

“Un psicólogo es un profesional del comportamiento humano que trabaja con emociones, sentimientos y conductas”

De esta manera, digamos que un psicólogo es como un profesor de guitarra; el profesor conoce diferentes técnicas, estrategias, ejercicios que va enseñando progresivamente a sus alumnos, para que éstos, las vayan practicando y ensayando hasta dominarlas y así, llegar a ser buenos guitarristas. De esta misma manera, el psicólogo evalúa las capacidades y habilidades que tiene la persona en concreto que acude a terapia, con el objetivo de conocer aquellas habilidades de afrontamiento que está utilizando (y reforzarlas) y también conocer, aquellas estrategias y técnicas que necesita aprender para poder solucionar el problema que le ha llevado a terapia. Una vez analizadas dichas habilidades, el psicólogo enseña diferentes técnicas psicológicas que la persona que acude a terapia debe practicar (ya no solo en las sesiones, sino entre sesión y sesión, como tareas para casa) con el objetivo de que las vaya conociendo y dominando y así ponerlas en práctica para poder solucionar su problema y terminar con el malestar que experimentaba.

Así como el profesor no toca la guitarra por el alumno, el psicólogo no se enfrenta al problema por la persona, sino que es la persona que acude a terapia quien tiene que esforzarse cada día, para ir aprendiendo las diferentes técnicas, practicarlas y así poder solucionar su problemática. Una terapia psicológica jamás funcionará si la persona no se esfuerza y se implica en la terapia. De esta manera, cuanto más trabaje y se implique en la terapia, más rápida y efectiva será.

Mucha gente confía en que los cambios producidos al acudir a una terapia psicológica van a ser rápidos y que, la persona que acude a terapia mejorará desde un rol pasivo, como si por arte de magia se tratara, sin implicarse ni esforzarse. Nada más lejos de la realidad. Esta expectativa tiene que ajustarse, ya que, como se ha mencionado con anterioridad, para un buen funcionamiento de la terapia es necesario esfuerzo, constancia y dedicación por parte de la persona que solicita ayuda. Además, la terapia psicológica tiene sus fases y sus tiempos para poder empezar a observar los cambios tan anhelados.

 

"Tú eres aquello que haces, no aquello que dices que harás" C. G Jung

Susana Arenaz

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